jueves, 7 de octubre de 2010

OTRO BUEN AMIGO, Y VAN...


"...amigo entrañable, contertulio..." y otro adjetivo que no me atrevo ni a repetirme sin sonrojo son las generosas palabras que sé que con toda sinceridad y cariño me dedica Luis Díez Tejón al firmarme una de sus últimas creaciones, la Guía artística de Oviedo, bellamente publicada por Ediciones Lancia.

Porque si unas ideas me vienen a la cabeza al pensar en Luis son las de generosidad y sinceridad. Es Tejón hombre generoso como intelectual, por la cuantía de su producción pero fundamentalmente por su actitud.

Y sincero, con esa sinceridad que se torna en valentía al expresar sus ideas y pensamientos tal como los siente, aunque no vayan a favor de corriente, aunque, como se dice ahora, no sean politicamente correctos, porque a Luis no le preocupan las vanaglorias del "que dirán" sino que le interesa la verdad y la belleza, o al menos lo que él, desde su sinceridad, interpreta como tal.

Y todo ello lo expresa con una mesura, un sosiego, un respeto y consideración hacia su interlocutor y hasta con una ternura, que convierte en un placer y un honor el rato de tertulia y conversación con él.



En cuanto a su producción, siguiendo la tónica de la anterior entrada de esta misma etiqueta, comencemos por señalar su blog. http://dieztejon.blogspot.com/ es su dirección.

El día que la grafología se pueda aplicar también a la escritura virtual, nos confirmará esas características de Luis que antes comentábamos. Ante todo la sinceridad y la sencillez. Nada de seudónimos más o menos simbólicos, subrealistas o rimbombantes. Los apellidos, y ya está. Ni más ni menos. Los apellidos nos identifican y nos muestran la estirpe, las raices, y de ellos viene nuestro ser. Y así lo muestra Luis, a identidad descubierta, con legítimo orgullo, sin tapujos ni dobleces, como es él.

Luego en el perfil se identifica, no se esconde, se confiesa, se define. Y lo hace como escritor, y como apasionado, es decir como ser vivo, que asumelos gozos y las sombras de esta condición. Y modestamente, otra de sus características, con la timidez de los auténticos sabios, da pistas para quien quiera saber más. De lo único que presume es de sus raices (asturiano) y de sus ansias de saber (licenciado, viajero). ¿Puede pedirse mayor sabiduría?.



Por último, el mismo diseño del blog confirma tales ideas. Sencillo, sin alharacas, el color, por supuesto neutro, sin estridencias. El ritmo siempre el mismo, fecha, título y texto, sobre todo texto que es lo que importa, contínuo, denso, solo una foto pequeña en las últimas veinte entradas, sin dobles espacios ni separaciones, solo los puntos y aparte que la ortodoxia gramatical indican. Pero, ¡que texto!, fluido, amable, en ocasiones hasta tierno, inteligente, sugerente, y siempre, siempre, respetuoso. Sugiero no se pierdan "La parábola de la casa vieja".

Solo con esta maravilla de blog sería suficiente para considerar a Díez Tejón merecedor de ocupar un lugar especial entre los motivos de interés intelectual de cualquier persona inquieta al respecto. Pero la cosa no para ahí, sino que es mucho más amplia.



Siguiendo las pistas que él nos da en su blog, desde al menos mayo de 2008 encuentro referencias de sus artículos semanales en el diario El Comercio, así como al menos 15 publicaciones individuales cuyos contenidos van desde la novela a la contemplación artística, geográfica, histórica, social o viajera, confirmándonos esa personalidad de ilustrado clásico al que nada de lo humano le es ajeno. Y en este ámbito de ser social, también encontramos ocho referencias a obras colectivas.

Este pequeño perfil nos vislumbra una mente potente, pero sobre todo Luís es un hombre cabal, una buena persona y un buen amigo. Compartir sus lecturas es un placer intelectual, pero cultivar su compañía es la suerte de conocer el lado bueno del ser humano.