El texto que sigue a continuación es una opinión cuya única responsabilidad es de El Avisador, y en modo alguno tiene necesariamente que reflejar la opinión de la Tertulia "Viva D. José" ni de ningun otro de sus miembros, y está aquí expuesta con el único objetivo de servir de catalizador de un sasereno y saludable debate:
"Contra el espíritu del tiempo no se puede luchar, y las trabas que se ponen a la eclosión de las nuevas ideas solo sirven para que su éxito, tarde o temprano, sea aún más clamoroso" (Paul Mantz, 1859).
Y el caso es que la historia se empeña en dar la razón de forma pertinaz a este caballero. Las tontas medidas del Comité Electoral Central lo único que confirman es que el movimiento y lo que representa comienza a hacer pupa a la aparatocracia, y los estultos comentarios de Jiménez Losantos y secuaces solo demuestran la cantidad de desaprensivos que aún andan sueltos.
Yo no pertenezco a ningún partido, a mí nadie me manipula, al menos que yo me de cuenta, porque yo no vendo mi libertad, mi bien más preciado, a nadie. Yo no soy joven (que más quisiera) ni desarrapado, lo cual tampoco sería ninguna deshonra, sino que soy un ciudadano medio, integrado, que incluso ya voté por correo, y estoy bastante lejos de la extrema izquierda, y con este perfil y todo estoy con la plataforma.
Creo en la democracia que expresó Voltaire cuando manifestó a su adversario "Sire, pienso diametralmente opuesto a usted, pero daría mi vida porque usted pueda seguir pensando como piensa". Creo en una democracia que debe buscar vias nuevas que nos saquen de este punto muerto a que nos ha conducido el final de un sistema especulativo, y el secuestro de esa democarcia por la aparatocracia de los grandes partidos que solo busca perpetuarse en el poder para su propio y exclusivo lucro material.
A todos los que hoy soportan el frio, la lluvia en las concentraciones de las diferentes plazas de las ciudades, y el desprecio de los ignorantes y de los egoistas, les grito con todas mis fuerzas "virtuales": ¡Gracias y Ánimo y adelante, que el futuro es nuestro!.
Fdo.: El Avisador
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Estimado colega:
ResponderEliminarAquí me tiene, pidiendo disculpas por entrar sin pedir permiso, pero confiado en que me permitan sentarme con ustedes y compartir tertulia (aunque sea, como se dice ahora tanto, de modo virtual). He de advertir que, aunque sea de la tierra donde ya antes de ese "asedio" al que hace referencia en su otro blog, y que tan bien describiera Pérez Reverte, doña Frasquita Larrea ofrecía su casa en una famosa tertulia (que estudió con detalle mi maestro, el Profesor Orozco), y de haber participado en la refundación de la tertulia "Noches Xerezanas", que con tanto amor lleva adelante mi buen amigo Antonio Mariscal -y a pesar de lo que me he enrrollado ahora mismo- soy más de escuchar que de hablar, siempre dispuesto a aprender.
Si me lo permiten, pues, aquí estaré.
Un cordial saludo.
Estimado y admirado Fco. Doña: No solo es una satisfacción darle la bienvenida a esta Tertulia, que desde hoy es la suya, sino que es un honor contar con un tertuliano como usted, de su probado nivel intelectual y evidente talante humano.
ResponderEliminarPor otra parte, le agradezco sus aportaciones a la historia de las tertulias, y seguiré las pistas que usted nos indica.
Supongo que habrá advertido el tono, no se si de broma, subrealismo o simplemente enajenación, con que abordamos la "referencia histórica" de nuestra querida "Viva D. José", que por cierto, y eso sí es así, en el momento del bautizo tuvo mucho que ver con esa otra castiza expresión que se refiere a los hechos cuyo bicentenario todos celebraremos el próximo año, teniendo como referencia esa su tierra de usted.
Como quiera que sea, desde hoy aquí tiene nuevos amigos que estarán encantados de acogerle, si algún día tiene a bien visitar estas nuestras tierras.
Un tono jocoso que es muy de agradecer, amigo libreoyente (y "librepensador", también, por lo que observo). Más en los tiempos que corren, que no se prestan a las bromas, por mucho que a uno le parezcan indispensables para sobrevivir.
ResponderEliminar¡Viva D. José", por tanto y -como se decía por aquí, hace ya casi doscientos años- ¡Viva la Pepa!